Aunque los grandes ganadores de la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2018 fueron el pabellón suizo y el británico, con su investigación sobre el "espacio libre", fueron los participantes de China los que particularmente demostraron un implacable progreso en el campo arquitectónico. Emplazado en la parte posterior del Arsenale, el Pabellón Chino presentó docenas de obras construidas en toda la extensión de su territorio, evidenciando en cada proyecto un impacto social positivo, logrado a través de la participación de los habitantes locales en los procesos constructivos. Entre los arquitectos chinos más reconocidos que se presentaron en el pabellón se encontraba Philip Yuan, un educador y profesional con sede en Shanghai, cuyo despacho Archi-Union Architects se ha convertido en una voz importante en la ya distintiva escena de la arquitectura china contemporánea.
El 19 de julio de 2018, el curador Vladimir Belogolovsky se reuniría con el galerista y curador Ulrich Müller para discutir acerca del trabajo de Philip Yuan, con motivo de la inauguración de la exposición “Archi-Union Architects, laboratorio colaborativo” en la Galería de arquitectura de Berlín. A continuación, presentamos una entrevista realizada por Belogolovsky a Philip Yuan:
Vladimir Belogolovsky: En primer lugar, me gustaría hablar de tus intereses, pues parece que tienes muchos: eres educador, investigador, teórico, practicante, escritor. ¿Podrías comentarnos sobre estas diversas búsquedas y cómo crees que se vinculan?
Philip Yuan: Estoy en la búsqueda de un rol propio dentro de la arquitectura. Los arquitectos suelen involucrarse en el campo del diseño o la construcción, pero a mí particularmente me interesan las ideas grandes tales como ¿Por qué y cómo construimos edificios? ¿Cómo podemos producir mejores espacios? ¿Podemos construir un mundo mejor?
Particularmente me interesa mejorar el entorno de la gente común, generar un cambio que beneficie a una gran cantidad de personas, no sólo a la élite. Por este motivo, no quiero ser sólo un diseñador profesional –Igualmente, en ArchiUnion tenemos una práctica muy activa, con unos 60 diseñadores involucrados-. Me interesa mucho más escribir, investigar y enseñar. La enseñanza es especialmente importante para mí; empecé hace más de veinte años en la Universidad de Tongji, aquí en Shanghai. Me permite ver mi trabajo de forma crítica y probar nuevas posibilidades. Escribir también es muy importante porque te obliga a pensar. No hay práctica sin teoría.
VB: ¿Dirías que para ti la arquitectura es arte?
PY: Me gustaría decir que si, a pesar de que ahora estoy muy centrado en lo tecnológico. Si queremos crear estructuras que duren mucho tiempo, hay que pensar en ellas como si fueran arte. Todo lo que hago aquí se basa en el uso de tecnologías muy sofisticadas, pero el objetivo es producir algo relevante, significativo e inspirador. La arquitectura como arte es una de mis mayores preocupaciones. Y para mí, el objetivo no es sólo producir un resultado hermoso, sino también un proceso hermoso. Los procesos constructivos deberían ser considerados arte.
VB: Tu trabajo consiste en fomentar el avance de la arquitectura y, a menudo, habla mucho acerca del futuro. Mencionaste que tu objetivo es mejorar la construcción de los edificios y el entorno... ¿Esto significa que no estás satisfecho con la arquitectura del presente? ¿Qué te hace querer cambiar la forma en que construimos edificios hoy en día?
PY: Yo trabajo en un contexto muy particular. Cuando abrí mi estudio hace 15 años, observé que todo el país (China) estaba en auge, por lo cual las construcciones aparecían a gran velocidad por todas partes. No me agradó este proceso por dos razones. En primer lugar, todo se hizo muy rápido. En segundo, todos los procesos constructivos utilizaban únicamente el trabajo humano. Lo que quiero cambiar no es sólo la estética de la arquitectura. Quiero cambiar el proceso de construcción. Quiero que las personas y las máquinas colaboren de manera conjunta; de hecho, creo que es esta la relación que define nuestro tiempo. Los ordenadores y los robots pueden mejorar la calidad de la construcción y dar lugar a nuevas posibilidades.
Los procesos de diseño y creación -aquello de lo que trata la arquitectura-, se derivarán de la industria de la construcción, es decir, de la colaboración entre el hombre y la máquina. Siempre tendremos arquitectos de firma, pero en el futuro su trabajo será alterado o incluso definido por las máquinas. Por supuesto, las condiciones como los aspectos sociales seguirán siendo razones muy importantes para dar forma a la arquitectura. Pero creo que son las nuevas herramientas digitales las que nos darán una respuesta crítica y definirán, en última instancia, la arquitectura del futuro.
VB: La -calidad- es un término muy interesante si se lo estudia en relación a la arquitectura. En este momento nos encontramos sentados en un espacio que ustedes han diseñado, un estudio de artistas dentro de un complejo de oficinas construidas en hormigón. Es realmente hermoso, pero ¿qué es para ti lo que lo hace verdaderamente contemporáneo? Me recuerda a la Capilla Ronchamp de Le Corbusier construida hace más de 60 años. Si hablamos de edificios que se acercan al arte, ese edificio seguramente cuenta. Y no fue el producto de computadoras y robots. ¿Cómo cree que las nuevas tecnologías pueden mejorar la calidad de la arquitectura?
PY: Es una pregunta válida. Ronchamp fue uno de los últimos trabajos realizados por Le Corbusier. Fue su manera de ver el futuro, demostrando cómo la luz y el espacio podían ser capturados artísticamente. El lugar donde nos encontramos ahora es mi manera de ver el futuro. Desde tu perspectiva, este edificio es similar o derivado del de Le Corbusier, pero desde mi perspectiva es completamente diferente. Queremos potenciar el uso de la tecnología para obtener resultados que no sean simplemente búsquedas artísticas del diseñador, sino que contemplen diversos parámetros.
En este caso, probablemente la rugosidad del hormigón fue lo que le hizo pensar en Ronchamp porque, por lo demás, es un edificio muy diferente. ¿y cómo hemos progresado en 60 años? Bueno, Ronchamp está impulsado principalmente por una visión artística. Pero este edificio, en cambio, se basa en mi visión como artista pero también en una lógica estructural.
VB: ¿De dónde proviene la importancia de la lógica? ¿No dijiste antes que tu inspiración principal era el arte? Lo lógico, en este caso, hubiese sido construir una caja. Pero aquí tenemos un espacio curvo. ¿Dónde se encuentra la lógica en algo tan poético y complejo?
PY: La forma se desarrolló como una pieza escultórica, en ese aspecto tienes razón. Pero la morfología final fue definida por la lógica. Una vez que tomamos esa decisión, calculamos la manera más eficiente de construir la curva y determinamos cuántas personas y cuánto tiempo llevaría construirla. Esto hubiese sido imposible antes - Le Corbusier, por ejemplo, no podría haber calculado tal complejidad-. Ahora, hemos dominado completamente estos procesos.
VB: Hablemos de tus intenciones en la arquitectura. ¿Qué es lo que generalmente intentas conseguir? Claramente, posees ciertos objetivos ¿Los encargos te ayudan en parte a alcanzarlos?
PY: Para mí es muy importante el desarrollo de la materialidad de cada proyecto. Desde el inicio de mi actividad como arquitecto, diseñé un único proyecto todo blanco. Normalmente utilizo los materiales de tal manera que la estructura del edificio quede expuesta. Me interesa que haya un diálogo entre lo que es el edificio y cómo se construye.
Lo que busco en la arquitectura no es "mi identidad personal" sino que cada proyecto tenga su propia identidad. Busco estas identidades en los materiales y en los procesos constructivos. A diferencia de otros arquitectos, me paso la mayor parte del tiempo en fábricas y laboratorios, examinando los procesos de fabricación y construcción. Estas identidades se encuentran enraizadas al propio sitio particular de cada proyecto, el cual nos conduce a la elección del material. Es la identidad del sitio y del material lo que define la esencia de cada proyecto particular.
VB: Antes de sentarnos a hablar, me mostraste las increíbles herramientas y robots con los cuales es posible lograr formas fascinantes a partir de casi cualquier material. Como conclusión creo que, tecnológicamente hablando, todo es posible. Por lo que como diseñadores, poseemos una libertad total. Esto nos lleva de vuelta a trabajar como siempre lo han hecho los grandes arquitectos -no soñaban con lo que era posible, sino con lo imposible-. Claro que este enfoque no es eficiente, pero eso es lo que en última instancia empuja a la tecnología hacia adelante: Una idea original que desafía la realidad. ¿Por qué te preocupa tanto dar respuesta a las máquinas? Si dejas que tu imaginación sea totalmente libre, las máquinas en algún momento te alcanzarán. ¿Por qué te preocupa este aspecto como arquitecto?
PY: Trabajo con máquinas para conocer sus límites. Eso me ayuda a impulsar mi imaginación. La imaginación siempre estará por delante de lo posible, pero me interesa poder trabajar en paralelo con la tecnología disponible.
Hace unos años, trabajé con un robot que podía construir distintas formas y patrones a partir de un mismo ladrillo. Ahora, me encuentro trabajando con un robot más avanzado que puede trabajar con ladrillos que sean todos diferentes. Me interesa mucho este proceso de colaboración. Utilizo las herramientas disponibles para dirigir mi imaginación. Quiero imaginar nuevas posibilidades en colaboración con las máquinas. Estamos imaginando nuevas arquitecturas como socios.
VB: ¿Hay algún proyecto particularmente innovador en su portfolio que considere como su manifiesto?
PY: Me gusta pensar que es mi último proyecto, el Centro de Intercambio Cultural "In Bamboo" en Daoming, Provincia de Sichuan, aquí en China. Particularmente, en este proyecto hay un buen diálogo entre el lugar, la tradición, la cultura, la innovación y el uso de la tecnología. En el sitio, el trabajo se hizo en tan sólo 52 días. Esto se debe a que todo fue prefabricado en una fábrica robótica, instalada en la cercanía del terreno. Todos los elementos del proyecto se trasladaron en solo seis camiones, se entregaron, y automáticamente se montaron en el lugar.
Muchos arquitectos chino, directamente van a las aldeas y construyen sus interesantes edificios a partir de materiales y mano de obra local. Yo intento dar un paso más y trato de enseñarle a la población local nuevas técnicas constructivas. Ahora, el gobierno local de Sichuan acordó construir una serie de pequeños proyectos en el mismo pueblo, por lo que vamos a utilizar nuestra fábrica para asistir estos nuevos proyectos -infraestructura para la provisión de agua, un centro de educación, un centro para brindar internet, una estación de entrega de paquetería, un hotel, un campamento de verano para niños y baños públicos.
Todos estos proyectos se realizarán de manera colaborativa con los habitantes locales. Esto cambiará completamente la calidad de vida de muchas personas de la aldea. Además, la fábrica que hemos montado crecerá y se podrá utilizar para otros proyectos en China. Se convertirá en una ""segunda base" para nuestro estudio. En la obra "In Bamboo", así como en todos los demás proyectos que se van a construir en Daoming, se demuestra cómo la industria, la tecnología, la artesanía y la estética pueden fusionarse para producir una arquitectura innovadora y significativa.
VLADIMIR BELOGOLOVSKY es el fundador de "Curatorial Proyect", un proyecto sin fines de lucro con sede en Nueva York . Con una formación en arquitectura por la Universidad Cooper Union de Nueva York, ha escrito cinco libros, incluyendo “Conversations with Architects in the Age of Celebrity”(DOM, 2015), “Harry Seidler: LIFEWORK” (Rizzoli, 2014), y “Soviet Modernism: 1955-1985”( TATLIN, 2010). Entre sus numerosas exposiciones: “Anthony Ames: Object-Type Landscapes at Casa Curutchet, La Plata, Argentina” (2015); “Colombia: Transformed” (gira Americana, 2013-15); “Harry Seidler: Painting Toward Architecture” (gira mundial desde 2012);”Chess Game for Russian Pavilion at the 11th Venice Architecture Biennale” (2008). Belogolovsky es corresponsal en Estados Unidos para la revista SPEECH de arquitectura con sede en Berlín y ha dado conferencias en universidades y museos de más de 20 países.
La columna de Belogolovsky, "City of Ideas" (la ciudad de las ideas), busca introducir a los lectores de ArchDaily en sus últimas y continuas conversaciones con los arquitectos más innovadores de todo el mundo. Estas conversaciones íntimas forman parte de la próxima exposición de Belogolovsky, titulada de igual manera, la cual se estrenó de manera anticipada en la Universidad de Sydney en junio de 2016. La exposición "City of Ideas" viajará por todo el mundo explorando el diseño en constante evolución.
